(Nota Diario Clarín, columna El especialista. Dr. Julio Ferreira, director de Clínica Ferreira)
La celulitis es una enfermedad progresiva, que afecta a más del 90% de las mujeres y sus signos pueden comenzar desde la adolescencia. La misma se origina por la aparición de alteraciones en la microcirculación, provocando cambios en la nutrición y el metabolismo de las células grasas aumentando su tamaño, retención de líquidos y modificaciones en los tabiques fibrosos que rodean a las mismas. Estos, son los responsables de las irregularidades de la piel que dan la típica imagen de piel de naranja. Existen tres tipos de Celulitis: Compacta, Flaccida y Edematosa.
Prevencion:
Evitar las grasas, los excesos de sal, café y cigarrillo, que afectan directamente la micro circulación, principal causa en esta patología. Se recomienda consumir verduras, frutas y gran cantidad de agua, mínimo 2 litros por día.
¿Cuándo se debe tratar la celulitis?
Se debe tratar cuando aparecen sus primeros signos, como es una enfermedad crónica y progresiva, cuanto antes se comience con el tratamiento mejor será el resultado.
Con adiposidad localizada: Mesoterapia lipolitica, Ultracavitacion ( Ultranature )
Con flaccidez: Mesoterapia, Radiofrecuencia (Dermadeep)
Con Irregularidades cutáneas: Mesoterapia, Ultraceluterapia ( Cellunature )
¿Cómo sería un tratamiento básico?
Se indican como mínimo 10 sesiones y se basa en la combinación de distintos métodos de acuerdo a cada paciente. Básicamente esto se realiza en dos sesiones semanales y luego se recomienda realizar un mantenimiento de por lo menos una sesión al mes. El tratamiento va acompañado de cuidados domiciliarios con cremas, geles o emulsiones, una conducta alimenticia basada en un programa de alimentación específico y es recomendable que la paciente acompañe el tratamiento con actividad física. El tratamiento dependerá de varios factores: si se trata solo de celulitis o está acompañada de adiposidad localizada, flaccidez, estrías, y/o trastornos venosos.
Conclusión
El éxito del tratamiento guarda relación con el adecuado diagnóstico de la afección, la selección del mejor plan de tratamiento indicado en cada caso y del mantenimiento de los resultados como medida de prevención.